En varias situaciones durante nuestra vida, nos hemos visto en la necesidad de hablar en público, desde presentar una exposición ante el grupo de la universidad, dar un discurso en una reunión familiar o mostrar los resultados del balance mensual en la oficina. Para muchos se traduce como una fuente de inseguridad, para otros es algo paralizante o lleno de miedo.
La realidad es que pararte frente a una audiencia lleno de confianza es algo que se puede aprender e ir mejorando con la práctica. Por eso quiero compartirte estas estrategias que te ayudarán a liberarte del pánico para que puedas expresar tus ideas eficazmente y con tranquilidad.
- Aprende de los expertos: Comienza a investigar sobre los mejores oradores, ve sus conferencias en vídeo, analiza lo que hacen, aprende de sus movimientos, ademanes, estudia sus hábitos, comportamientos y trata de incorporarlos en ti.
- Conoce tu contenido: En ocasiones seguir la corriente y ser espontáneo es recomendable, sin embargo improvisar no siempre es una buena idea. Es mejor confiar que tu presentación será buena con una previa preparación. Investiga, conoce profundamente la temática, lo que dirás y como vas a decirlo. Saber de lo que se habla es una de las mejores maneras para calmar los nervios.
- Practica en varias ocasiones, Cuando tu presentación esté armada, revísala un par de veces y practica tu discurso frente algún conocido, familiar o amigo. Si no tienes a nadie cerca podrías hacerlo frente a un espejo. Cada vez que repites tu presentación, incrementas tu confianza y cuando es llevada a cabo frente a una gran audiencia será menos intimidante.
- Prepara un alternativa: Pensar en lo que podría pasar, genera ansiedad, cuando creas interrogantes siembras el pánico, por ejemplo ¿Qué pasa si mi memoria se daña? ¿Qué pasa si alguien interrumpe? ¿Qué hago si me pongo nervioso?. Por ese motivo debes de crear planes de contingencia para estar preparado si llega a ocurrir, aunque es probable que no ocurra.
- Haz una previa revisión: Antes de comenzar tu presentación, verifica que el micrófono funcione, que el proyector no tenga problemas y que la iluminación sea la adecuada. Todo esto con el fin de estar preparado. En caso de que algo falle, trata de sonreír y conserva la compostura mientras tú mismo u otros se encargan del problema. Lo importante es como reacciones antes esas situaciones.
- Cuida tu apariencia: Existe algo más importante que la información que vas a presentar y la forma en cómo la digas, tu apariencia personal es una pieza clave que debes tener en cuenta a la hora de dar una presentación eficaz. Mientras más profesional sea tu aspecto, más confianza sentirás frente a tu audiencia, por lo tanto asegúrate de lucir lo mejor posible.
- Evita las excusas: Se recomienda a los oradores inexpertos que transmitan sus inseguridades a la audiencia al comenzar la presentación, decir cosas como "¨Perdón, estoy muy nervioso" o "No soy bueno en esto". Pero es mucho mejor evitarlo, mejor prepárate lo suficiente para poder hablar en público sin tener que dar excusas.
- Aprovecha los recursos visuales: Tener una buena presentación de PowerPoint e incluso proporcionar material a la audiencia te quita algo de presión, ya que la mirada del público no estarán siempre en ti y tendrás la oportunidad de pensar en algo, en caso de quedarte en blanco. Es importante mencionar que las diapositivas no deben tener mucho texto, ya que nadie escuchará lo que dices. Tampoco debes leer toda la presentación, sean las diapositivas, fichas o un papel, cuando realizas esa acción demuestras falta de confianza y conocimiento en lo que estás exponiendo. Es recomendable que los recursos visuales sólo sean un apoyo extra y no tu soporte.
- Háblale a una persona a la vez: El principal temor al dar discursos, es el público. Tal vez la sola idea de pararte frente a muchas personas expectantes, esperando escuchar tus palabras podría generarlo. Sin embargo, la mejor manera para superar ese miedo es hablarle a una persona a la vez. Elige a tres personas del público y alterna tu mirada entre ellos, como si estuvieras teniendo una conversación entre amigos y míralos a los ojos. No debes mirar al piso, al techo, ni a tus apuntes, de nueva cuenta esto demostrará que no cuentas con la suficiente preparación, ni tienes confianza en lo que dices.
- Añade tu opinión personal: Cualquiera puede realizar un "copiar-pegar" de algún tema y repetirlo mecánicamente frente a una audiencia, lo que hace la diferencia en tu presentación es lo que puedas aportar basado en tu experiencia y conocimientos personales. Al momento de dar un discurso, intenta incluir, algunos pensamiento y opiniones personales, aunque también debes prepararlas y planificarlas previamente, trata de que luzcan espontáneas. Cuando brindas un poco de ti a la presentación haces que se sienta más interesante.
- Habla con claridad: Uno de los delatores más indiscretos del nerviosismo es hablar a una velocidad excesivamente rápida. Aunque tu discurso sea brillante, si nadie entiende lo que dices pierdes el valor de la información. Lo mejor es hablar de una forma pausada y clara, incluso debes de hacerlo más lento de lo normal.
- Sé breve: Existen muchos oradores que amplían su presentación hasta lo impensable con discursos que parecen no tener fin, no les importa si aburren a la audiencia. Debes respetar el tiempo de los demás, enfócate en el objetivo de tu presentación y logralo.
- Mantente relajado: Los seres humanos somos los peores críticos de nosotros mismos, no importa si olvidaste mencionar alguna frase de tus apuntes o si te saltas una diapositiva, continua con la presentación, relájate.