El término de "Hombre Orquesta" es utilizado en las empresas para hacer referencia a aquellos casos donde el emprendedor o dueño de una compañía (PYME) realiza todas las actividades necesarias para que su negocio funcione.
Tener una carga de trabajo excesiva es un problema para el empresario porque lo consumen funciones operativas y de gestión estratégica. En un principio pareciera que llevar la batuta de la empresa pudiera ser algo beneficioso, cuando se cuenta con poco personal, es posible realizar la mayoría de las actividades por ti mismo. Sin embargo las consecuencias de esta práctica son las siguientes:
- Sólo quieres vender: No inviertes tiempo para diseñar una estrategia de mercadeo, se incrementa tu obsesión de vender y es lo único que deseas.
- No hay seguimiento de los resultados: Cuando la empresa inició sus operaciones, es seguro que existía emoción por ver los resultados obtenidos. Pero como el tiempo ya no te rinde, te conformas sólo con ver el monto diario de ventas y no realizas una comparativa con los costos. Como consecuencia no sabes si tus productos realmente son rentables o una perdida.
- No conoces a los clientes: Estar ocupado, impide conocer mejor a los clientes, conocer su opinión sobre tus productos o servicios y retroalimentarte con la información que te podrían proporcionar para mejorar la calidad.
- No existe la innovación: La mayoría de los dueños de empresas se quedan con un modo de trabajar, el mismo que les ha funcionado durante muchos años. Sin embargo con el paso del tiempo se han desarrollado metodologías, procesos o tecnología que podrían incrementar la productividad.
- En lugar de ser proactivo, eres reactivo: Dejas de tener iniciativa y capacidad para anticiparte a los problemas o necesidades. En caso contrario te vuelves reactivo, desbordandote emocionalmente ante todo tipo de circunstancias, juzgando y criticando a los demás.
- Haz memoria: Recuerda el objetivo de tu negocio, quienes eran los clientes potenciales, cual problema o necesidad es la que resuelves. Refrescar tu memoria te ayudará a pensar de manera estratégica y comprenderás mejor tu negocio.
- Analiza tus recursos: Anota e identifica todos los recursos con lo que cuentas en la actualidad, empleados, materiales, maquinaria, etc. Verifica si tu personal comprende el objetivo del negocio, así como los productos que vendes o servicios que ofreces. Analizarlo te permitirá encontrar colaboradores candidatos con los que puedes encontrar un apoyo.
- Enumera las actividades: Haz una lista de las tareas que se realizan en la empresa. Es importante que hagas un cronograma de actividades que se realizan día a día en la compañía. Tener un control te ayudará a definir cuáles puedes delegar y cuáles no. Tendrás noción sobre los procesos fundamentales y verás las áreas descuidadas.
- Aprende a delegar: No es algo sencillo de realizar y menos cuando has estado viviendo con el síndrome del hombre-orquesta, pero es algo que se aprende y debes irlo soltando poco a poco. Ten fe en los colaboradores más capacitados, delega en ellos actividades operativas que te consumen tiempo.
- Organiza tu tiempo: El principio de Pareto es una metodología que te ayudará a optimizar tu tiempo. El 80/20, dice que el 20% de las actividades producen el 80% de los resultados y esas son las actividades que debes ejecutar tu mismo.