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Los enemigos del éxito

Los enemigos del éxito

Todos conocemos a personas que son infelices con su trabajo, relación o posición económica, sin embargo permanece en esa situación insatisfactoria, quejándose todo el tiempo o culpando a los demás por su malestar.

Infortunadamente hay muchos que actuan de ese modo, sintiéndose víctimas de las circunstancias y no se dan cuenta de que la mayoría de los obstáculos que limitan la consecución de sus metas profesionales o personales no son por factores externos sino internos.

Estos son los enemigos que viven dentro de nosotros mismos, los cuales nos impiden alcanzar el éxito.

Miedo: La realidad es que todos tenemos miedo de algún tipo: al fracaso, al rechazo, a la soledad, al cambio, a equivocarnos, al sufrimiento,  etc. Lo que marca la diferencia es la intensidad, lla forma en que lo experimentamos y sobre todo como lo afrontamos.

Si permaneces en un trabajo que no te resulta satisfactorio por miedo a perder "la seguridad" que te brinda, hace que incremente tu sensación de incapacidad,  inseguridad y el miedo al cambio.

De una forma similar,  las personas que le tienen miedo al sufrimiento por desamor, evitan la verdadera intimidad y sabotean sus relaciones en pareja antes de que se consoliden.

Quien no afronta su miedo evita la situación a la que le teme y al hacerlo se mantiene estancado en la zona de confort, donde tarde o temorano experimentará frustración y malestar.

En caso contrario, cuando afrontamos nuestros miedos nos acercamos más al cumplimiento de nuestros objetivos que nos llevarán al éxito.

El miedo es una emoción primitiva, imposible de evitar,  pero si podemos aceptarla y afrontarla podremos convertirla en valor.

Creencias limitadoras: Tener pensamientos y creencias negativas como "es imposible",  "no puedo hacerlo",  "no lo merezco", bloquean nuestros recursos y limitan nuestras capacidades. Funcionan como deseos personales y terminan realizándose.

Una persona desempleada que busca trabajo y piensa que a su edad, no será aceptado en ninguna empresa, irá con una actitud insegura y derrotista a las entrevistas y será incapaz de vender sua fortalezas. Su problema no es la edad sino su creencia limitadora.

De la misma manera, quien está buscando pareja y piensa que "todas las personas que valen la pena ya tienen compromisos con otras personas" va oor la vida sin esperanza alguna de encontrar a alguien que valga la pena, se encierra así misma y termina adoptando una actitud defensiva, llena de desconfianza. Por ese motivo aleja a las potenciales parejas porque su creencia se convirtió en una realidad.

Para alcanzar cualquier objetivo es necesario que transformemos nuestras creencias limitadoras por potenciadoras. Debes creer firmemente que eres capaz de alcanzar tu objetivo y sobre todo adoptar la ideología de que te lo mereces.

No tener una estrategia: En la mayoría de las ocasiones los objetivos no se logran porque la estrategia no era la adecuada. Esto puede suceder cuando no se identifican los sub-objetivos intermedios, que no se hayan calculado los recursos necesarios para desarrollar el proyecto o por no planificar adecuadamente.

Por ejemplo para conseguir una promoción profesional es necesario tener una buena relación con tu superior y con los demás compañeros de trabajo. Muchas personas no están consientes de ello y se la pasan criticando al jefe, a los demás empleados y entorno laboral, demostrando una incapacidad para trabajar en equipo. Lo único que consiguen en realidad es sabotear su futuro profesional.

Sin acción, no se obtienen resultados, pero sin la estrategia y planificación correcta, tampoco.

Dispersión: En nuestra vida, además de los objetivos que deseamos alcanzar, también tenemos responsabilidades y obligaciones. Por ese motivo debemos ser capaces de establecer prioridades y no perder el tiempo con actividades improductivas o que tengan una nula importancia para nosotros.

Si deseamos conseguir varios objetivos a la vez, es necesario considerar el tiempo y el esfuerzo que implican. Tener un exceso de objetivos podría llevarte a no completar ninguno.

Lo primero que debes hacer es darle prioridad a las cosas importantes en tu vida en este preciso momento y actuar para mejorar la situación.

Pereza: Las personas perezosas llevan una vida en la que se sienten insatisfechos consigo mismos, porque nunca logran lo que se proponen.

Es muy frecuente escuchar a los demás decir que necesitan aprender o mejorar un idioma para conseguir un trabajo o un ascenso en las empresas en las que laboran, pero en lugar de ponerse a practicar prefieren perder el tiempo en otras cosas.

Sin duda alguna, la pereza es un defecto que debemos corregir si queremos alcanzar nuestros objetivos, metas y sueños para vivir una vida con sentido y propósito. Tener disciplina es la forma de combatirla y ser constante te ayudará a obtener el éxito. 


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